A mediados del Siglo Pasado, mi abuela Juanita de De La Garza como toda mujer de aquellos tiempos, le gustaba la cocina y especialmente la repostería; ella descubrió una fórmula para elaborar los mejores dulces de leche de toda su región. Antes de morir me enseño como elaborar dichos dulces de leche, siguiendo el mismo sistema tradicional que se usaba en México el siglo pasado.